viernes, 5 de noviembre de 2010

Aung San Suu Kyi

Nacida en Rangún, el 19 de junio de 1945, es hija de Aung San, héroe nacional que firmó en 1947 el tratado de independencia con el Gobierno británico antes de ser asesinado. Tras diplomarse en Oxford, trabajar en la Secretaría de las Naciones Unidas y ser profesora en la India, Aung San Suu Kyi regresó a Birmania en 1988 y participó en el "segundo combate en pro de la independencia nacional". Este combate se inspiró en el ejemplo pacífico de Gandhi y en su fe budista, que le llevó a propugnar una "revolución del espíritu que se manifiesta mediante el reconocimiento de la necesidad del diálogo y la compasión por los más humildes". A pesar de estar arraigada en la tradición birmana, supo evitar las manipulaciones nacionalistas basando su lucha en "los principios sagrados de la moral", insistiendo en la necesidad de reconciliar a las etnias de su país, profundamente divididas.

En 1989 fue sometida a arresto domiciliario en Rangún. Asumió la dirección de la Liga Nacional para la Democracia, que ganó las elecciones en 1990 por mayoría aplastante. Como las autoridades militares se negaron a tener en cuenta este resultado, su partido no pudo formar un gobierno civil. Aung San Suu Kyi, sujeta a estrecha vigilancia, prefirió permanecer al lado de su pueblo dando testimonio de su fe en "la idea del bien y de lo justo".

Recibió sucesivamente el Premio Thorolf Rafto de defensa de los derechos humanos y el Premio Sájarov de libertad de pensamiento.

Reconocida como prisionera de conciencia por Amnistía Internacional, su propósito de que el drama birmano no cayera en el olvido fue recompensado el 14 de octubre de 1991 con el Premio Nobel de la Paz gracias al cual dio a conocer su combate al mundo entero rechazando el exilio que se le proponía a cambio de su silencio.

En 1992 el Premio Simón Bolívar recompensó el combate de una mujer visionaria que combina el idealismo y el pragmatismo ilustrado siendo consciente al mismo tiempo de que otros movimientos similares en Asia se han inspirado, en la lucha pacífica de la Liga.

En 1995, las presiones ejercidas por los Estados Unidos condujeron a su "liberación" (por poco tiempo) de su residencia y ella se dirigía cada fin de semana a una muchedumbre atenta a su mensaje de aliento antes de que las manifestaciones estudiantiles provocaran la represión, la detención de dirigentes de la oposición y el establecimiento de un bloqueo en torno a su domicilio.

Sometida de nuevo a arresto domiciliario en 1996, rara vez ha podido recibir visitas, aunque consiguió enviar a las Naciones Unidas algunos mensajes grabados que denuncian el empeoramiento de la situación de los derechos humanos en su país, pidiendo a la comunidad internacional que conceda la prioridad a los derechos políticos de la Liga Nacional cuya dirección sigue asumiendo.

La Junta de gobierno que mantiene el poder en su país, no ha ahorrado las invitaciones de exilio a la reclusa, jugando con el elemento de la separación familiar, como una manera rápida de deshacerse de ella. Un capítulo de esta táctica de acoso psicológico sucedió cuando su esposo, Michael Aris, murió de cáncer de próstata en marzo de 1999, sin volver a ver a su mujer, esperando la visa que el gobierno birmano nunca le concedió. Otro capítulo sucedió en abril de 1999 cuando al hijo menor, Kim Htein Lin, se le permitió reunirse con su madre por unas horas en el aeropuerto de Rangún.

Se encuentra en arresto domiciliario desde 2003. En septiembre de 2007 fue trasladada a un nuevo recinto penal debido a las manifestaciones que se realizan en todo el país exigiendo democracia.

El 3 de octubre de 2009[1] se reunió con la junta militar para dialogar por primera vez en la Casa de Huéspedes del Estado en Rangún, un día después de que una corte rechazara la apelación[2] que la activista había hecho contra su sentencia de 18 meses de prisión por violar los términos de su arresto domiciliario.[3]

El 25 de enero de 2010[4] se filtró un rumor según el cual el Ministro de Interior birmano, el Mayor General Maung Oo, habría comunicado en una reunión privada de dirigentes locales que Suu Kyi sería liberada en noviembre del mismo año, un mes después de las elecciones generales.[5
(Tomado de Wikipedia)

jueves, 20 de diciembre de 2007

Marie Sklodowska Curie

Por: Eve Curie, hija de Marie y Pierre Curie.

En el otoño de 1891 se matriculó en el curso de ciencias de la Universidad parisiense de la Sorbona una joven polaca llamada Marie Sklodowska. Los estudiantes, al tropezarse con ella en los corredores de la Facultad, se preguntaban: ¿Quién es esa muchacha de aspecto tímido y expresión obstinada, que viste tan pobre y austeramente? Nadie lo sabía a ciencia cierta: "Es una extranjera de nombre impronunciable. Se sienta siempre en la primera fila en clase de física." Las miradas de sus condiscípulos la seguían hasta que su grácil figura desaparecía por el extremo del corredor. "Bonito pelo." Su llamativa cabellera, de color rubio cenizo, fue durante mucho tiempo el único rasgo distintivo en la personalidad de aquella tímida extranjera para sus compañeros de la Sorbona.

Pero los jóvenes no ocupaban la atención de Marie Sklodowska; su pasión era el estudio de las ciencias. Consideraba perdido cualquier minuto que no dedicara a los libros.

Demasiado tímida para hacer amistades entre sus compañeros franceses, se refugió dentro del circulo de sus compatriotas, que formaban una especie de isla polaca en medio del Barrio Latino de París. Incluso allí, su vida se deslizaba con sencillez monástica, consagrada enteramente al estudio. Sus ingresos, algunos ahorros de su trabajo como institutriz en Polonia y cantidades pequeñas que le enviaba su padre, oscuro aunque competente profesor de matemáticas en su país natal, ascendían a cuarenta rublos al mes. Disponía, pues, al cambio, de tres francos diarios para pagar todos sus gastos, inclusive los de sus estudios universitarios.

Para ahorrar carbón no encendía el calentador, y pasaba horas y horas escribiendo números y ecuaciones sin apenas enterarse de que tenía los dedos entumecidos y de que sus hombros temblaban de frío.

Llegó a pasar semanas enteras sin tomar otro alimento que té con pan y mantequilla. Cuando quería festejar algo compraba un par de huevos, una tableta de chocolate o algo de fruta.

Este escaso régimen alimentario volvió anémica a la muchacha que unos meses antes había salido de Varsovia rebosante de salud. Frecuentemente, al incorporarse, sentía desvanecimientos y tenía que recostarse en la cama, donde a veces perdía el conocimiento. Al volver en si, pensaba que estaba enferma, pero procuraba olvidarse de ello, igual que hacia con todo lo que pudiera entorpecer su trabajo.

Jamás pensó que su única enfermedad era la inanición.

Ni el amor ni el matrimonio figuraban en los proyectos de Marie.

Dominada por la pasión científica, mantenía, a los veintiséis años de edad, una decidida independencia personal. Entonces conoció a Pierre Curie, científico francés. Pierre tenía treinta y cinco años, era soltero y, al igual que Marie, estaba dedicado en cuerpo y alma a la investigación científica. Era alto, tenía manos largas y sensitivas y una barba pobladísima; la expresión de su cara era tan inteligente como distinguida.

Desde su primer encuentro en un laboratorio, en el año 1894, ambos simpatizaron. Para Pierre Curie, la señorita Sklodowska era una personalidad desconcertante; le asombraba poder hablar con una joven tan encantadora en el lenguaje de la técnica y de las fórmulas más complicadas... ¡Era delicioso! Pierre Curie trató de hacer amistad con ella y le pidió permiso para visitarla. Con cordialidad no exenta de reserva, la joven lo recibió en la habitación modesta que le servía de alojamiento. En medio de aquel desván casi vacío, con su rostro de facciones firmes y decididas, y su pobre vestido, Marie nunca había estado tan hermosa. Lo que fascinaba a Pierre no era solo su devoción por el trabajo, sino su valor y nobleza de espíritu.

A los pocos meses, Pierre Curie le propuso matrimonio. Pero casarse con un francés, abandonar para siempre a su familia y su amada Polonia, parecía imposible para la señorita Sklodowska. Hubieron de pasar diez meses antes de que Marie aceptara la propuesta.

Pierre y Marie pasaron los primeros días de su vida de casados paseando por el campo en bicicletas compradas con dinero que habían recibido como regalo de bodas. Comían frugalmente y se contentaban con un régimen de pan, fruta y queso; paraban al acaso en posadas desconocidas, y por el reducido precio de varios millares de golpes de pedal y unos pocos francos para pagar el alojamiento en los pueblos, disfrutaron de una larga luna de miel.

La joven pareja estableció su hogar en un diminuto apartamento, situado en el número 24 de la calle de la Glacière. Estanterías de libros decoraban las desnudas paredes; en el centro de la habitación tenían dos sillas y una gran mesa blanca, de madera. Sobre la mesa, tratados de física, una lámpara de petróleo y un ramo de flores. Eso era todo.

Poco a poco Marie aprendió a llevar la casa. Inventaba platos que podía preparar en muy corto tiempo. Antes de salir dejaba la llama graduada con la precisión propia de un físico; echaba una Ultima mirada al puchero puesto a la lumbre y salla corriendo para alcanzar en la escalera a su marido, en compañía del cual se dirigía al laboratorio. Un cuarto de hora después podían verla graduando la llama de un soplete con la misma precisión y cuidado que le eran característicos.

Durante el segundo año de su matrimonio nació la primera hija, Irène, que con el correr de los años ganaría el premio Nobel. Jamás pensó Marie Curie que se vería en la necesidad de elegir entre el hogar y su carrera científica. Cuidaba de su casa, atendía a su hijita y preparaba la comida, sin descuidar por ello el trabajo en el laboratorio, trabajo que debía llevarla al descubrimiento más importante de la ciencia moderna.

Hacia finales de 1897 Marie había obtenido dos títulos universitarios y una beca, y había publicado una importante monografía acerca de la imantación del acero templado. Su próxima meta era el doctorado. Al buscar un proyecto de investigación que le sirviera de tema para la tesis, se interesó vivamente por una reciente publicación del sabio francés Antoine Henri Becquerel, quien había descubierto que las sales de uranio emitían espontáneamente, sin exposición a la luz, ciertos rayos de naturaleza desconocida. Un compuesto de uranio colocado sobre una placa fotográfica cubierta de papel negro, dejaba una impresión en la placa a través del papel. Era la primera observación del fenómeno al que Marie bautizó después con el nombre de radiactividad; pero la naturaleza de la radiación y su origen seguían siendo un misterio.


El descubrimiento de Becquerel fascinaba a los esposos Curie. Se preguntaban de dónde proviene la energía que los compuestos de uranio radian constantemente. Se enfrentaban con un absorbente tema de investigación, un salto al reino de lo desconocido.

Merced a la intervención del director de la Escuela de Física donde enseñaba Pierre, Marie logró permiso para utilizar un pequeño depósito que había en el sótano de la misma. La investigación científica en aquel cuartucho no era nada fácil, y el ambiente, fatal para los sensitivos instrumentos de precisión, no lo fue menos para la salud de la investigadora.

Mientras se hallaba enfrascada en el estudio de los rayos de uranio, Marie descubrió que los compuestos formados por otro elemento, el torio, también emitían espontáneamente rayos como los del uranio.

Por otra parte, en ambos casos la radiactividad era mucho más fuerte de lo que podía atribuirse lógicamente a la cantidad de uranio y torio contenida en los productos examinados.

¿De dónde provenía esta radiación anormal? Solo había una explicación posible: los minerales estudiados debían contener, aunque en pequeña cantidad, una sustancia radiactiva muchísimo más poderosa que el uranio y el torio. ¿Pero cuál era esa sustancia? En sus experimentos, Marie había examinado todos los elementos químicos conocidos. Por tanto, los minerales examinados debían contener una sustancia radiactiva que por fuerza tenía que ser un elemento químico hasta entonces desconocido.

Pierre Curie, que había seguido con apasionado interés el rápido progreso de los experimentos de' su esposa, resolvió abandonar sus propios trabajos para dedicarse a ayudarla. Ambos buscaron entonces en el diminuto y húmedo laboratorio el elemento desconocido.

Marie y Pierre comenzaron separando y midiendo pacientemente la radiactividad de todos los elementos que contiene la pecblenda (mineral de uranio), pero a medida que fueron limitando el campo de su investigación sus hallazgos indicaron la existencia de dos elementos nuevos en vez de uno. El mes de julio de 1898 los esposos Curie pudieron anunciar el descubrimiento de una de estas sustancias.

Marie le dio el nombre de polonio en recuerdo de su amada Polonia.

En diciembre del mismo año revelaron la existencia de un segundo elemento químico nuevo en la pecblenda, al que bautizaron con el nombre de radio, elemento de enorme radiactividad. Pero nadie había visto el radio; nadie podía decir cuál era su peso atómico. Tendrían que pasar cuatro años para que los esposos Curie pudieran probar la existencia del polonio y el radio, y aun cuando conocían bien el método que les permitiría aislar los dos elementos, les era preciso disponer de grandes cantidades de material en bruto de donde extraerlos.

De las minas de St. Joachimsthal, situadas en Bohemia, se extraía pecblenda, mineral de donde proceden ciertas sales de uranio empleadas en la fabricación de lentes. La pecblenda es un mineral costoso, pero, según los cálculos del matrimonio Curie, aun aislando el uranio, el polonio y el radio quedarían intactos. ¿Por qué, entonces, no tratar químicamente los residuos que tenían escaso valor comercial?

El Gobierno austríaco facilitó una tonelada de tales residuos, y con ellos empezaron a trabajar en una barraca abandonada, cercana al cuartucho en donde Marie había realizado sus primeros experimentos. La barraca no tenía suelo, unas desvencijadas mesas de cocina, un pizarrón y una cocinilla de hierro viejo constituían todo el mobiliario.


"A pesar de todo - escribiría Marie, tiempo después -, en aquella miserable barraca pasamos los mejores y más felices años de nuestra vida, consagrados al trabajo. A veces me pasaba todo el día batiendo una masa en ebullición con un agitador de hierro casi tan grande como yo misma. Al llegar la noche estaba rendida de fatiga."

En estas condiciones trabajó el matrimonio Curie desde 1898 a 1902. Vestida con su vieja bata, donde el polvo y las salpicaduras de los ácidos marcaban claras huellas, suelto al viento el cabello y en medio de vapores que le atormentaban por igual ojos y garganta, trabajaba Marie.

Finalmente, en 1902, a los cuarenta y cinco meses de haber anunciado los esposos Curie la probable existencia del radio, Marie obtuvo la victoria: había logrado, al fin, preparar un decigramo de radio puro, y había determinado el peso atómico del nuevo elemento. Los químicos tuvieron que rendirse ante la evidencia de los hechos. A partir de aquel momento el radio existía oficialmente.

Desgraciadamente, los esposos Curie tenían que luchar con otros problemas. El sueldo de Pierre en la Escuela de Física no era muy holgado, y con la llegada de Irène hubo de emplear una niñera, que aumentó considerablemente sus gastos. Había que buscar más recursos. En 1898 quedó libre en la Sorbona la cátedra de química, y Pierre decidió presentarse como candidato. Su candidatura fue, sin embargo, rechazada. Solo seis años después, en 1904, cuando ya el mundo entero proclamaba la fama del hombre de ciencia, logró Pierre Curie formar parte del claustro de profesores del renombrado centro. Marie logró obtener empleo como profesora de un colegio de señoritas cercano a Versalles.

Los esposos Curie continuaron su labor docente con buena voluntad y cariño, sin amargura. Apremiados por sus dos ocupaciones, la enseñanza y la investigación científica, a menudo se olvidaban de comer y aun de dormir. En varias ocasiones Pierre tuvo que guardar cama con fuertes dolores en las piernas. Los nervios sostenían a Marie en pie, pero sus amigos estaban seriamente alarmados por la palidez y delgadez de su rostro. Mientras la investigación de la radiactividad progresaba, la pareja de sabios que le había dado vida se iba agotando poco a poco.

Purificado en forma de cloruro, el radio aparecía como un polvo blanco similar a la sal de mesa; pero sus cualidades eran extraordinarias. La intensidad de sus radiaciones sobrepasaron todo lo esperado, pues era dos millones de veces mayor que la del uranio. Los rayos que despedía atravesaban las sustancias más duras y más opacas, y solo una gruesa plancha de plomo era capaz de resistir su penetración destructora.

El último y más maravilloso milagro era que el radio podía convertirse en un aliado del hombre en su lucha contra el cáncer. Tenía pues, una utilidad práctica, y su extracción había dejado de tener un simple interés experimental. Iba a nacer la industria del radio.

En varios países se habían hecho ya planes para la explotación de minerales radiactivos, principalmente en Bélgica y en los Estados Unidos. Sin embargo, los ingenieros sólo podrían producir el "fabuloso metal" si dominaban el secreto de las delicadas operaciones a que había de someterse la materia prima. Cierta mañana de domingo, Pierre explicó a su esposa lo que ocurría. Acababa de leer una carta que le habían dirigido en demanda de información varios ingenieros de los Estados Unidos, que querían utilizar el radio en Norteamérica.

-Tenemos dos caminos - le dijo Pierre -, o bien describir los resultados de nuestra investigación, sin reserva alguna, incluyendo el proceso de la purificación...

Marie hizo mecánicamente un gesto de aprobación y murmuró:

-Si, desde luego.

-O bien podríamos considerarnos propietarios e "inventores" del radio, patentar la técnica del tratamiento de la pecblenda y asegurar- nos los derechos de la fabricación del radio en todo el mundo.

Marie reflexionó unos segundos: -Es imposible- dijo luego -. Sería contrario al espíritu científico.

Pierre sonrió con satisfacción. Marie continuó: -Los físicos siempre publican el resultado completo de sus investigaciones. Si nuestro descubrimiento tiene posibilidades comerciales, será una circunstancia de la cual no debemos sacar partido. Además, el radio se va a emplear para combatir una enfermedad. Seda imposible aprovecharnos de eso...

-Esta misma noche escribiré a los ingenieros norteamericanos para darles toda la información que nos piden.

Un cuarto de hora después, Pierre y Marie rodaban sobre sus bicicletas hacia el bosque. Acababan de escoger para siempre entre la fortuna y la pobreza. Al caer la tarde regresaban exhaustos, con los brazos cargados de hojas y flores silvestres.

En junio de 1903, el Real Instituto de Inglaterra invitó oficialmente a Pierre a dar en Londres una serie de conferencias sobre el radio. A continuación recibieron un alud de invitaciones a comidas y banquetes, pues todo Londres quería conocer a los padres del nuevo elemento.

En noviembre de 1903, el Real Instituto de Inglaterra confirió a Pierre y a Marie una de sus más distinguidas condecoraciones: la Medalla de Davy.

El siguiente reconocimiento público a su labor vino de Suecia. El 10 de diciembre de 1903, la Academia de Ciencias de Estocolmo anunció que el Premio Nobel de Física correspondiente a aquel año se dividiría entre Antoine Henri Becquerel y los esposos Curie, por sus descubrimientos relacionados con la radiactividad.

Este premio era una suma equivalente a 15,000 dólares, y su aceptación no era en modo alguno "contraria al espíritu científico". Pierre pudo dejar la pesada carga de sus muchas horas de clase y salvar así su salud. Cuando recibieron el dinero hubo regalos para el hermano de Pierre, para las hermanas de Marie, donaciones a varias sociedades científicas, a estudiantes polacos y a una amiga de la infancia de Marie.

Marie se dio también el gusto de instalar un baño moderno en su casa y de renovar el papel de una habitación; pero no se le ocurrió comprarse un sombrero nuevo, y continuó con sus clases, aunque insistió en que Pierre dejara su trabajo en la Escuela de Física.

Cuando la fama les abrió los brazos, los telegramas de felicitación se apilaban sobre su gran mesa de trabajo; los periódicos publicaban miles de artículos acerca de ellos, llegaban centenares de peticiones de autógrafos y fotografías, cartas de inventores e incluso poemas sobre el radio. Un norteamericano llegó hasta solicitar permiso para bautizar a una yegua de carreras con el nombre de Marie. Pero para los esposos Curie su misión no había terminado; su único deseo era continuar trabajando.

En la primavera de 1904, Marie escribió: "...¡Siempre hay ruido a nuestro alrededor! La gente nos distrae de nuestro trabajo. He decidido no recibir más visitas; pero de todos modos se me importuna. Los honores y la fama han estropeado nuestra vida. La existencia pacífica y laboriosa que llevábamos ha sido completamente desorganizada."

Al final de su segundo embarazo, Marie estaba completamente agotada. El 6 de diciembre de 1904 nació otra hija, Ève, la autora de esta biografía.

Pronto volvió Marie a la rutina de la escuela y el laboratorio. El matrimonio no asistía jamás a fiestas sociales, pero no podía eludir los banquetes oficiales en honor de sabios extranjeros. Para tales ocasiones, Pierre vestía su frac brillante y Marie se ataviaba con su finito traje de noche.

El 3 de julio de 1905 ingresó Pierre Curie en la Academia de Ciencias. Mientras tanto, la Sorbona había creado para él una cátedra de Física (el puesto que tanto había deseado), pero todavía no disponía de un laboratorio adecuado.

Pasaron otros ocho años de paciente labor antes de que Marie lograra instalar la radiactividad en un hogar digno de tan importante descubrimiento, hogar que Pierre no habría de conocer.

Hacia las dos y media de la tarde del jueves 19 de abril de 1906, un día opaco y lluvioso, Pierre se despidió de los profesores de la Facultad de Ciencias, con quienes había almorzado, y salió bajo la lluvia. Al atravesar la calle Dauphine, pasó distraído detrás de un coche de caballos y se interpuso en el camino de un pesado carro que, tirado por un caballo, avanzaba con rapidez. Sorprendido, trató de asirse al arnés del bruto, que se encabritó; los pies del sabio resbalaron sobre el pavimento húmedo; en vano trató el conductor de detener el vehículo tirando fuertemente de las riendas: el enorme carro, con todo el peso de sus seis toneladas, siguió rodando varios metros más; la rueda izquierda trasera pasó por encima de Pierre. La policía recogió un cuerpo aún cálido del cual acababa de escaparse la vida.

A las seis de la tarde de aquel mismo día, Marie, alegre y llena de vida, estaba en el portal de su casa cuando empezaron a llegar visitantes, en los que vagamente percibió signos de compasión. Mientras los amigos le relataban lo que acababa de suceder, Marie permaneció como petrificada. Al fin de un largo y obstinado silencio movió los labios para inquirir:

-¿Ha muerto Pierre? ¿Muerto? ¿No hay ninguna esperanza de vida?

Desde aquel momento, cuando las tres terribles palabras "Pierre ha muerto" llegaban al fondo de su conciencia, Marie se convirtió en un ser incurablemente solo.

Después del funeral de Pierre Curie, el Gobierno francés propuso se concediera a la viuda y los hijos del ilustre físico una pensión nacional. Marie la rechazó:

-No quiero una pensión -dijo-. Soy joven todavía y capaz de ganar la vida para mi y para mis hijas.

El 13 de mayo de 1906 el Consejo de la Facultad de Ciencias, por decisión unánime, otorgó a la viuda Curie la cátedra que había desempeñado su esposo en la Sorbona. Era esta la primera vez que se concedía tan alta posición en la enseñanza universitaria de Francia a una mujer.

Llegó el día de la primera lección que había de dar en la Sorbona Marie Curie; el aula estaba completamente llena, así como también los pasillos y corredores de acceso a la clase. En todos los rostros se revelaba la curiosidad. ¿Cuáles serían las primeras palabras de la nueva profesora? ¿Empezarla expresando su agradecimiento al ministro y al Consejo Universitario? ¿Evocaría la memoria de su marido? No podía ser de otra manera. La costumbre exigía que todo nuevo profesor elogiara la tarea de su predecesor...

A la una y media de la tarde se abrió la puerta situada al fondo del aula para dar paso a Marie Curie. Marie se dirigió a ocupar su sillón en medio de una tempestad de aplausos, a los que correspondió con una ligera inclinación de cabeza a manera de saludo. En pie, esperó a que cesara la ovación. Cuando se hizo el silencio, Marie, mirando al frente, inició así su lección:

-Cuando consideramos los progresos logrados en los dominios de la Física durante los diez años últimos, nos sorprende el gran avance de nuestras ideas en lo concerniente a la electricidad y a la materia...

Madame Curie había reanudado el curso con la misma frase con que había terminado el suyo Pierre Curie.

Terminada la lección, la profesora, sin una vacilación, sin un titubeo, se retiró tan rápidamente como había entrado.

La fama de Marie Curie subió como un cohete y se extendió. Recibía diplomas y honores de distintas academias extranjeras. Aunque no fue admitida como miembro de la Academia Francesa de Ciencias -perdió la votación por un voto-, Suecia le concedió el Premio Nobel de Química el año 1911. Durante más de cincuenta años no hubo nadie, hombre o mujer, que mereciera esta recompensa por segunda vez.

La Sorbona y el Instituto Pasteur fundaron conjuntamente el Instituto Curie de Radio, dividido en dos secciones: un laboratorio de radiactividad, dirigido por Madame Curie, y otro dedicado a las investigaciones biológicas y al estudio del tratamiento del cáncer, dirigido por un médico eminente. Contra el parecer de su familia, Marie regaló al Instituto un gramo de radio que ella y su marido habían aislado con sus propias manos, cuyo valor puede estimarse en un millón de francos oro. Hasta el final de su vida hizo de este laboratorio el centro de su existencia.

En 1921 las mujeres norteamericanas reunieron cien mil dólares, el valor de un gramo de radio, para donárselos, a Madame Curie; a cambio le pidieron que hiciera una visita a los Estados Unidos. Marie vaciló, pero impresionada por tanta generosidad, dominó sus temores y aceptó por primera vez en su vida, a la edad de cincuenta y cuatro años, las obligaciones de una importante visita oficial.

Todas las universidades norteamericanas invitaron a Madame Curie; en todas partes le otorgaron medallas, títulos y grados honoríficos.

Se sentía abrumada por el ruido y las aclamaciones; las miradas de las multitudes la intimidaban y sentía cierto temor de verse aplastada por una de aquellas oleadas humanas. Los continuos desplazamientos la debilitaron y por recomendación médica hubo de regresar a Francia.



Creo que el viaje a los Estados Unidos le mostró a mi madre lo contraproducente de su aislamiento voluntario. Si como investigadora podía alejarse del mundo y dedicarse por entero a su trabajo, lo cierto es que Madame Curie, a los cincuenta y cinco años de edad, era más que una simple investigadora científica. Era tanto su prestigio personal, que con su sola presencia podría asegurar el éxito de cualquier obra en que ella estuviera interesada.

A partir de entonces, sus viajes fueron muy similares. Congresos científicos, conferencias, ceremonias universitarias y visitas a laboratorios la llevaron a muchas capitales del globo, donde la festejaban y aclamaban por igual. Trató de ser útil en todo lo posible, luchando en muchas ocasiones contra el impedimento de su salud ya desfalleciente.

En Varsovia se construyó un instituto del radio al que se dio el nombre de Instituto Marie Sklodowska Curie, y las mujeres norteamericanas repitieron el milagro de reunir el dinero necesario para comprar un nuevo gramo de radio con que equiparlo. Era el segundo gramo del precioso elemento que regalaban a la descubridora.

Marie siempre había desdeñado las precauciones que ella misma imponía estrictamente a sus discípulos. Apenas se sometía a los exámenes de sangre que eran norma obligatoria en el Instituto del Radio.

Estos análisis mostraron que su fórmula sanguínea no era normal, pero eso no le preocupó gran cosa. Durante treinta y cinco años había estado manejando el radio y respirando el aire viciado de sus emanaciones, y durante los cuatro años de la guerra se había expuesto frecuentemente a las radiaciones, todavía más peligrosas, de los aparatos de rayos Roentgen. Un pequeño trastorno de la sangre, y algunas quemaduras dolorosas en las manos, no eran, al fin y al cabo, un castigo demasiado severo si se tenía en cuenta el número de riesgos que había corrido.

Marie no le dio importancia a una ligera fiebre que finalmente comenzó a molestarla; pero en mayo de 1934, víctima de un ataque de gripe, se vio obligada a guardar cama. Ya no volvió a levantarse. Cuando al fin falló su vigoroso corazón, la ciencia pronunció su fallo: los síntomas anormales, los extraños resultados de los análisis de sangre, que no tenían precedente, acusaban al verdadero asesino: el radio.

El viernes 6 de julio de 1934, a mediodía, sin discursos ni desfiles, sin que estuviera presente ni un político, ni un solo funcionario público, Madame Curie fue enterrada en el cementerio de Sceaux, en una tumba inmediata a la de Pierre Curie. Sólo los parientes, los amigos y los colaboradores de su obra científica, que le profesaban entrañable afecto, asistieron al sepelio.

Tomado de:
http://www.portalplanetasedna.com.ar/una_vida_para_imitar.htm

jueves, 6 de diciembre de 2007

Somaly Mam

Somaly Mam, (1970) originaria de la minoría étnica Phnong, de Camboya, fue vendida como esclava en varias ocasiones y obligada a ejercer la prostitución hasta que su actual marido la sacó, en 1991, de los burdeles de Phnom Penh. Empezó a trabajar ayudando a las mujeres de los burdeles y en 1993 fue a Francia, donde estudió francés. En 1995 viajó a su país con una misión de Médicos Sin Fronteras, y al año siguiente fundó (y preside, desde entonces) la asociación "Acción para mujeres en situación precaria" (AFESIP). Tras una intensa lucha contra la prostitución, en 1998 se vio obligada a trasladarse a Francia, debido a las amenazas de muerte que recibía constantemente, desde donde desarrolla su lucha "contra la esclavitud moderna". A pesar de las amenazas de muerte, ha regresado a Camboya para continuar su lucha contra la explotación sexual infantil. Ha recibido numerosos reconocimientos, como el Premio Príncipe de Asturias a la Cooperación Internacional en 1998, el Premio "Festival du Scoop" (Francia, 2003), "Mimosa d´Oro" (Italia, 2003), ?Una donna fuori dal Coro? (Italia, 2004), o el Premio Internacional de la Fundación Gabarrón de "Pensamiento y Humanidades" (España, 2004), entre otros.

Actualmente es presidenta del ECPAT (End Child Prostitution, Abuse and Child Trafficking), de la WCCO (Women Confederation of Cambodian Organization), y directora de la ACWO (ASEAN Confederation of Women Organization).

Tomado de:
http://www.fundacionprincipedeasturias.org/esp/04/premiados/trayectorias/trayectoria390.html


Una apasionante velada con Somaly Mam

Por Manuel Segura.

Una noche de hace seis o siete años nos reunimos a cenar en el otrora prestigiado Rincón de Pepe, en Murcia, un grupo de periodistas con la premio Príncipe de Asturias de Cooperación en 1998, Somaly Mam. Se trataba de un apasionante personaje que de niña fue vendida como esclava en varias ocasiones y obligada a ejercer la prostitución para salir de la pobreza. Finalmente pudo escapar de sus dueños y comenzó a trabajar ayudando a las mujeres. Tras permanecer dos años en Francia, regresó a su país en 1995, donde vive y dirige, pese a estar amenazada de muerte, la asociación AFESIP, que desde 1996 ayuda a las mujeres y niñas víctimas de la explotación sexual en Camboya y otros países asiáticos. Vino acompañada por su marido. Somaly sólo hablaba inglés, pero resultó una velada agradable, próxima y cercana, sin duda por los buenos oficios de la traductora que hizo las veces en esa ocasión. Éste es un extracto de las más de tres horas de charla.

-¿Cuáles son los principales contrastes que ha encontrado en Occidente respecto al mundo del que usted procede?

-Si hace algún tiempo me parecía algo normal que los niños y las mujeres fueran esclavos y que los padres lo decidieran todo por ellos (casarse con tan sólo 13 ó 14 años, permanecer incomunicados y un sinfín de vejaciones y de violaciones de los derechos fundamentales de toda persona), la verdad es que, desde que conozco Europa, desde que conozco a mi marido, que me ha explicado y que me ha dado la libertad, ahora veo que eso no es en absoluto lo normal. Que, por ejemplo, no es lógico que niñas de 10 ó 12 años sean explotadas sexualmente en un burdel contra su voluntad (porque, evidentemente, ésta no es la misma prostitución que la de una mujer que lo hace por propia voluntad) y que deban recibir 15 clientes al día puesto que, de lo contrario, son torturadas con descargas eléctricas, golpeadas o se les deja sin comida. Y esto sucede en Camboya, pero también en Tailandia, Laos o Vietnam; es decir, prácticamente en toda la zona asiática.

-¿Cómo describiría el drama que se vive en su país, inmerso en el mundo de la prostitución y con chicas de muy corta edad?

-Para que se hagan una idea de la situación, cuando una niña de 8 años fue violada por una decena de personas y acudió la policía a buscarla, como ella era muy pequeña, la llevaron a los padres, pero éstos dijeron que no querían que la devolviesen a su casa porque llevaba consigo mala suerte. Es decir, que encima de ser violadas, estas mujeres sufren la insolidaridad de los suyos porque son consideradas, insisto, una auténtica desgracia. Y para paliar este cruel rechazo, para que toda esa gente que todo el mundo culpa y de la que nadie quiere hacerse cargo tuviera, en definitiva, un lugar al que acudir, nació AFESIP (Ayuda a Mujeres en Situaciones Desfavorecidas). Este centro se creó, entonces, para apoyarles, para ayudarles a salir de esa situación, de los burdeles, y sobre todo para decirles que lo que ocurre no es culpa suya, sino de la sociedad. Yo misma he tenido una vida muy dura, y aunque no se la voy a contar aquí porque estoy harta de hablar sobre ella y además me cuesta mucho hacerlo en público, les puedo asegurar que yo tampoco he tenido formación; por eso soy un buen ejemplo que pueden escuchar y del que pueden aprender, que puede transmitirles mi lucha, el problema que he vivido cada día..

-¿Desde su experiencia, de qué forma y manera se puede ayudar a estas pequeñas?

-AFESIP es una asociación no gubernamental, sin ánimo religioso ni político, y ayudamos a las niñas de cualquier raza. Estamos básicamente para luchar contra la explotación sexual de las niñas y de las mujeres, y para ello, contamos con grupos sociales de trabajo que acuden a los burdeles y comprueban que no haya menores, porque cuando una niña cae en la prostitución, le es muy difícil salir de ella psicológicamente hablando. Es más, yo diría que es prácticamente imposible por eso que les comentaba hace unos instantes de que es inmediatamente rechazada por la sociedad de Camboya puesto que, si ya no es virgen, no sirve para nada. O sea, que la prostitución es lo peor que le puede pasar a una chica. Por eso tenemos, como decía, personas encargadas de ir todas las mañanas a esos burdeles y de hablar con las chicas para defenderlas de los clientes borrachos y violentos, así como para informarles sobre problemas como el sida (sin duda, la enfermedad más extendida en Camboya, puesto que en burdeles como el de Phnom Phenn hay un 80% de niñas que la padecen) y, a su vez, transmitir la información recogida a los investigadores, aunque algunos de estos últimos también vayan a esos burdeles para disponer de datos de primera mano.

-¿Qué papel desempeñan las autoridades de su país en todo este entramado?

-Lógicamente, también colaboramos con la policía, pero como nuestro país está completamente corrupto, es muy difícil encontrar a policías que nos ayuden, aunque no perdemos la esperanza. De hecho, estamos ahí para obligarles a que entiendan que esto es un problema y que debemos resolverlo, pues de ninguna manera se puede permitir la explotación infantil. Así que, después de todo este proceso, intentamos rescatar a las niñas y les ofrecemos asesoría jurídica para que denuncien sus casos, ya que suelen ser vendidas, además de explotadas, y necesitan ayuda legal. Asimismo, las acogemos en nuestros centros (tenemos tres centros AFESIP: uno en Phnom Phenn, en el centro, donde están los más mayores, de 16, 17 ó 18 años; otro en una provincia visitada por muchos turistas, y otro centro para niños menores de 15 años, donde pueden encontrar hasta niños de 4 años) y nos hacemos cargo de su situación al 100%, incluso en el ámbito psicológico, puesto que, como ya comentaba, están completamente destruidas y además contraen enfermedades sexuales, por lo que hay que llevarlas al hospital. Entonces, cuando las recuperamos seguimos dándoles todo ese amor y cariño que no han conocido y les inculcamos que valen mucho, ya que cuando se pasa por trances como ése resulta muy difícil verlo. En definitiva, dejamos que descansen en nuestros centros de acogida y que las antiguas compañeras, las que ya llevan tiempo con nosotros, les expliquen que no pasa nada, que se puede salir de esa situación porque ellas también han pasado por esos problemas.

-¿En qué consiste la fórmula que ustedes utilizan para rehabilitar a estas niñas?

-Disponemos de una formación profesional para ellas: costura, peluquería y restauración, por ejemplo. Con dicha educación, mi objetivo es reformar a todas esas chicas y trabajar con ellas para que tengan un oficio y para que algunas de ellas me sustituyan en un futuro. De esta manera, demuestro a la gente que les repudia y que desconoce su terrible problema que pueden hacer mucho, que esas chicas que han sido explotadas pueden llegar a mi situación actual. Y lo sé muy bien porque, a pesar de que conseguí el Premio Príncipe de Asturias hace unos años y nadie cree que lo hiciera, ni que pueda estar aquí hablándoles a ustedes, así ha sido; luego ¿qué mejor prueba para estas chicas que mi propia experiencia, que el poder ver a través de mí hasta dónde pueden llegar en la vida? Por eso considero necesario explicarles todo esto, ya digo, cuando llegan al centro, donde se quedan un tiempo proporcional al estado psicológico en el que ingresan (esto es, si están muy traumatizadas se quedan unos dos años; si no, sólo uno).

-Detecto en sus palabras que hay connivencia en las familias…

-Tras esa formación profesional, intentamos reinsertarlas, para lo que investigamos a sus familias y tratamos de averiguar por qué las venden -si es que lo hacen-; si es que el padre viola a la niña y luego la vende, o si es la madre porque el padre lo quiere, etc. Desde luego, cuando las niñas han sido vendidas por su familia, nunca se las devolvemos, sino que tratamos de incorporarles a la sociedad. De hecho, dejamos que sean ellas las que elijan dónde quieren vivir, y con nuestra ayuda, la de otras asociaciones, la gubernamental y demás intentamos reinsertarlas. ¿Por qué? Porque AFESIP procura que sean niñas independientes tanto económica como psicológicamente hablando, ya que es muy duro salir del bache, puedo asegurárselo. Además, cuando consiguen todo esto, nuestra ONG también se encarga de realizar un seguimiento de sus vidas durante tres o cuatro años, y como algunas son huérfanas, seguimos ayudándoles cuando se ponen enfermas o cuando necesitan apoyo.

-Éste no es un problema exclusivo de Camboya; es algo más generalizado, ¿verdad?

-Esta explotación infantil no sólo ocurre en Camboya, claro, sino también en otros países como Vietnam, lo decía al principio, de donde las niñas pasan a Camboya. La verdad es que allí se puede comprar cualquier cosa con un poco de dinero: si quiere usted comprar una chica, se la compra; si quiere usted comprar un pasaporte, se lo puede comprar… No obstante, también existe la explotación sexual en países tan dispares como Francia, Tailandia o Malasia. Incluso en América hay muchos niños que corren este peligro, puesto que en muchos sitios sucede que la economía está muy mal y que hay muchos problemas.

Somaly Mam abandonó el restaurante de forma educada: “Perdonen, estoy cansada y mañana he de levantarme temprano. Gracias”, nos dijo en tono de disculpa. Y desapareció discretamente del reservado en dirección a las habitaciones de las plantas superiores del hotel y lo hizo dejando un halo mágico con sus palabras y el bagaje de su cruda experiencia.

Tomado de:
http://manuelsegura.wordpress.com/2006/06/23/una-apasionante-velada-con-somaly-mam/

lunes, 3 de diciembre de 2007

Shirin Ebadi

La abogada y activista por los derechos humanos iraní Shirin Ebadi nació en 1947. Se graduó en Derecho en la Universidad de Teherán y entre los años 1975-79 fue presidenta de la Corte de Teherán, además de convertirse en una de las primeras mujeres juez de Irán. Pero después de la revolución de 1979, fue obligada a dimitir. Ahora trabaja como abogada y también da clases en la Universidad de Teherán.

En sus investigaciones y como activista, es conocida por promover soluciones democráticas y pacíficas para resolver los graves problemas de la sociedad. Toma parte activamente en los debates públicos y es muy conocida y admirada en su país por defender a las víctimas de las facciones conservadoras que atacan la libertad política y de expresión.

Como abogada, se ha visto envuelta en varios casos políticos controvertidos. Ha defendido a las familias de escritores e intelectuales que fueron asesinados en los años 1999 y 2000 y también trabajó activamente y con éxito para identificar a los responsables del ataque a la Universidad de Teherán en 1999, en el que varios estudiantes murieron. Como consecuencia de esto, Ebadi ha sido encarcelada en numerosas ocasiones.

Por esta razón, el Comité Nobel destaca que "como abogada, juez, conferenciante, escritora y activista, ha hablado claro y fuerte en su país, Irán, y fuera de sus fronteras. Ha sido siempre una profesional prestigiosa y una persona valiente que nunca ha temido las amenazas a su propia seguridad".

Ebadi representa al Islam reformista y aboga por una nueva interpretación de la ley islámica que esté en armonía con derechos humanos tales como la democracia, la igualdad por encima de la ley, la libertad religiosa y de expresión. En cuanto a la libertad religiosa, cabe destacar que Ebadi también incluye los derechos de los miembros de la comunidad Bahai, que ha tenido problemas en Irán desde su fundación.

El Comité Nobel la define en su exposición de motivos como "una musulmana consecuente. No ve conflicto alguno entre el Islam y los derechos humanos fundamentales y está segura de que el diálogo entre las diferentes culturas y religiones del mundo será el punto de partida para compartir e intercambiar las cosas buenas que tiene cada una".

Ebadi considera que ninguna sociedad merece llamarse civilizada hasta que no se respeten los derechos de las mujeres y los niños. En una era de violencia, siempre ha defendido conscientemente la no violencia. Para ella es fundamental que el poder político de un país sea elegido construido sobre la base de elecciones democráticas y siempre ha estado a favor del diálogo como el mejor camino para cambiar las actitudes y resolver conflictos. Fundadora y presidenta de la Asociación de Apoyo a los Derechos de los Niños en Irán, ha escrito numerosos libros académicos y artículos sobre los Derechos Humarnos. Es la primera vez en la historia que una ciudadana iraní ha sido galardonada con el Premio Nobel de la Paz.

Tomado de:
http://www.webmujeractual.com/biografias/nombres/sebadi.htm

Helder Cámara

Por Manuel R. Losada.

“Obispo de los pobres”, “voz de los sin-voz”, “abogado del Tercer Mundo”, “profeta de la Iglesia de los pobres”, “apóstol de la no violencia activa”, de innumerables maneras es conocido el obispo de la Iglesia católica, Helder Cámara, fallecido el día 27 de agosto de 1999. “¡Dom Helder, hermano de los pobres y hermano mío!”, así saludó al arzobispo local, que se encontraba entre avergonzado y sorprendido, un día de 1980 al descender del avión en el aeropuerto de Recife, el Papa Juan Pablo II, añadiendo a aquellas palabras el gesto de abrazarle largamente contra su pecho.

De baja estatura, delgado, llevando siempre una batita parda, parecía un gigante cuando tomaba la palabra. Recuerdo una ocasión, cuando yo daba un curso para religiosos, organizado por la CRB, en Santa Teresa, estado de Rio, Brasil. En el momento de mi intervención, llegó Dom Helder que estaba de paso por Rio. Entró, pidió permiso para saludar al grupo (unos ochenta sacerdotes y religiosas de casi todos los estados del país). Cuando acabó de hablar, se terminó el curso por aquella tarde.

Celebridad para los medios de comunicación, conocido internacionalmente, es muy difícil resumir en unas páginas las muchas facetas de la vida de Dom Helder sin caer en banalidades; ya se han escrito más de 370 libros sobre él. Para celebrar sus noventa años de vida, la editorial ‘Vozes’ acaba de publicar un libro, coordinado por Zildo Rocha, con este título: “HELDER, EL DON 1. Una vida que marcó el rumbo de la Iglesia en Brasil”. En el libro participan más de 26 escritores, incluidos varios teólogos y personalidades conocidas internacionalmente.

De forma muy cariñosa, al hablar de su obispo, el pueblo de Olinda y Recife usaba las siguientes expresiones: “nuestro ‘Dom’”, voy a hablar con ‘el Dom’”, “’el Dom’ llega ahí”. Con ocasión de la visita del Papa Juan Pablo II, los aplausos del pueblo al ‘Dom’ casi eliminan de la escena al propio Papa, tardaron tanto tiempo o más en aplaudir a su obispo que al Sumo Pontífice. El pueblo entendía espontáneamente que su obispo era el ‘DON’, la gracia, el presente que Dios les había dado. En este trabajo, ‘DON’ referido a ‘Dom’ Helder, quiere mostrar una denominación local, territorial, salida de su tierra, de su rebaño, de las ovejas que conocían a su pastor. Con la denominación de PROFECÍA quiero indicar otra faceta fundamental, viene de otros auditorios más amplios, de los púlpitos y tribunas sin número en universidades y organismos internacionales por todo el mundo, donde el habló como profeta de nuestro tiempo.

Nacido el 7 de febrero de 1909 en Fortaleza, Ceará, estado situado en el Nordeste de Brasil, ‘Dom’ Helder Câmara es el décimo primer hijo de una familia sencilla y numerosa, compuesta de trece hijos de los cuales sólo ocho consiguieron sobrevivir, falleciendo los demás a causa de una epidemia de gripe que asoló la región en 1905.

El padre, Joâo Câmara, era administrativo de una firma comercial. La madre, Adelaide Pessoa Câmara, era profesora de primaria. El nombre de Hélder lo escogió el padre, siendo la denominación de un pequeño puerto de Holanda. Ya en la infancia comenzó a manifestar su deseo de ser sacerdote. Cierto día escuchó de su padre estas palabras: “Hijo mío, ¿sabes lo que es ser sacerdote? Ser ‘padre’ y ser egoísta no pueden ir nunca juntos. El ‘padre’ tiene que gastarse, que dejarse devorar”. En 1923 ingresa en el Seminario Diocesano de Fortaleza (Prainha), donde realiza los cursos preparatorios y después filosofía y teología. Fue ordenado sacerdote a los 22 años, el día 15 de agosto de 1931, tras haber recibido autorización especial de la Santa Sede, ya que no cumplía la edad mínima exigida, 24 años. Tras la celebración de su primera misa, en la cual usó en la predicación términos muy eruditos y de poco uso, recibió del Padre Breno, uno de sus profesores, una última lección: “No sea bobo. Va a hablar a gente humilde. Tiene que hablar naturalmente”. Una lección que aprendió para toda su vida. Después, en los primeros años de su vida sacerdotal, el P. Helder se empeñó en la organización del Movimiento de Juventud Obrera Cristiana; en 1931 fundó la Legión del Trabajo de Ceará , y en 1933, con lavanderas, planchadoras y empleadas domésticas, instituyó el Sindicato Obrero Femenino Católico.

Estas iniciativas del joven sacerdote atrajeron la atención de Plínio Salgado, fundador y dirigente de la Acción de Integración Brasileña, que le invitó a afiliarse a la AIB, y donde ejerció actividades de Secretario de Estudios, en el Estado de Ceará. En 1935, el gobernador del Estado le propuso ser Secretario de Educación. En 1936 abandona el ideario integralista y se traslada a la diócesis de Rio de Janeiro, donde prosigue sus estudios y se dedica a la enseñanza religiosa. Entre 1947 y 1952 dirige la Acción Católica, de la cual es representante eclesiástico, y es el primer redactor y luego director de la revista Catequética y uno de los colaboradores principales de la Revista Eclesiástica Brasileña. En 1950, en Roma, tuvo el primer contacto con Monseñor Montini, futuro papa Pablo VI, con quien articula las primeras conversaciones sobre los que será, en 1952, la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB).

El día 20 de abril de 1952 fue elegido obispo auxiliar de Rio de Janeiro. En 1955 se destaca como organizador y secretario general del XXXVI Congreso Eucarístico Internacional; en 1956 funda, en Rio, la Cruzada San Sebastián, destinada a atender a los chabolistas (favelados o habitantes de las favelas); en 1959 funda el Banco de la Providencia, para actuar junto a los más miserables. De 1952 a 1964 ejerce el cargo de Secretario de la CNBB, promoviendo la comunión de los obispos de Brasil para mejorar la actuación de la Iglesia en la sociedad, especialmente entre los más pobres. En 1964 es nombrado arzobispo de Olinda y Recife. Perteneció a 45 organizaciones internacionales dedicadas a los derechos humanos, la justicia y la paz. Escribió unos 20 libros, traducidos a las principales lenguas.

En la juventud, la mayoría de las personas acostumbran a ser más progresistas o de izquierdas; cuando llegan a la madurez, cambian de posición, se vuelven más equilibrados o de derechas. La trayectoria de ‘Dom’ Helder es un poco al contrario: comienza siendo integracionista y acaba siendo “revolucionario”. Su trabajo de aproximación a los chabolistas, aún en Rio, era de carácter más asistencialista. Quería resolver los problemas del chabolismo llevando asistencia, recursos, condiciones de vida para los que carecían de ellas. Más tarde se dio cuenta de que no era suficiente dar el pez, era necesario enseñar a pescar. La convivencia con Alceu Amoroso Lima y con otros líderes del “Centro Dom Vital” le llevó a las tesis de Maritain, más tarde consagradas por el Vaticano II, en cuanto a la autonomía relativa de la sociedad civil y del Estado en relación a la Iglesia. Finalmente el padre Lebret le abrió los ojos a la necesidad de promover el desarrollo de todo el hombre y todos los hombres, tesis adoptada más tarde por Pablo VI en la “Populorum Progressio”. La transformación de la sociedad debe hacerse también por el propio pueblo asumiendo responsabilidades. En ese momento cambia de estrategia.

La transición del acto de alimentar a los pobres al de preguntar por qué son pobres es el mismo movimiento que va de la “caridad” a la justicia. ‘Dom’ Helder era una encarnación viva de esa lucha por la justicia, en el marco de la Iglesia que salió del Vaticano II, de Medellín, Puebla y Santo Domingo. ‘Dom’ Helder, obispo de la “justicia”. ‘Dom’ Helder, expresión viva de la “opción por los pobres”.

Dos hecho significativos contribuyeron al cambio de posición de ‘Dom’ Helder: el golpe militar del 64, del cual él será símbolo de resistencia, y el Concilio Vaticano II, del cual es uno de los grandes articuladores. Moviéndose como el viento dentro del Concilio, en tres momentos la presencia de ‘Dom’ Helder es fundamental; en el primero, podemos verlo articulando entre los cardenales y, con el propio Montini, la no aceptación de los esquemas preparados por la curia romana; en el segundo, es posible ver a DH aglutinando, en las reuniones de la “Domus Mariae”, que él dirigía, las principales cabezas de comisiones, que debatían los asuntos que serían aportados a las grandes comisiones. Una gran parte del espíritu del Concilio estaba alimentándose y estructurándose en esas reuniones de la “Domus Mariae”; en el tercer momento, encontramos un grupo de obispos preocupados por el problema del Tercer Mundo, articulados por el padre misionero en Palestina, Paulo Gauthier. Después ‘Dom’ Helder comparte este liderazgo. Las preocupaciones de este grupo se expresan en la sala conciliar, enseguida, en la primera sesión, cuando el cardenal Lercaro hace una intervención apuntando que los pobres deberían estar en el centro de toda preocupación y de todo mensaje del Concilio. Así se gesta la famosa “opción preferencial por los pobres”. La creación por ‘Dom’ Helder de la CNBB y del CELAM, son los frutos de ese espíritu.

También en Medellín, ‘Dom’ Helder desempeñó un papel poco común, no sólo en la preparación sino en la redacción de los textos del documento final.

En opinión de Comblin, ‘Dom’ Helder no era un obispo administrador, tridentino, que gobierna la diócesis con el código en la mano; era un obispo del tercer milenio, un profeta cuyo palco era el mundo. El día de su toma de posesión como obispo de Recife, no quiso ser recibido en el templo sino en la plaza pública (en paralelo con el nacimiento de Jesús en el Evangelio de Lucas), allí donde el pueblo se congrega; deseaba hacer llegar su mensaje a todos. Fue allí donde dijo: “En el Nordeste, Cristo se llama Zé, António, Severino... ‘ecce Homo’:¡ he aquí al Cristo, he aquí al Hombre! El es el hombre que necesita justicia, que tiene derecho a la justicia, que merece justicia”..

‘Dom’ Helder se resistió a la dictadura militar instalada en el país en 1964; esta le persiguió, le calumnió y mató a algunos de sus colaboradores inmediatos. Durante el gobierno Geisel, desde el Itamaraty (palacio de gobierno en Brasilia) se empeñaron en que no recibiese el premio Nobel de la Paz. Tal vez maniobras similares expliquen, también, por qué no recibió de la curia romana el capelo cardenalicio. Perdió el Nobel, perdió el cardenalato.

De su relación con la policía militar, el pueblo cuenta algunas anécdotas significativas. En cierta ocasión, la policía federal llamó a su puerta: - Venimos a ofrecerle un equipo de seguridad. Si usted muriera en accidente o fuera asesinado por un malvado, la culpa recaería sobre el régimen militar. ‘Dom’ Helder rechazó el favor y con seguridad respondió: Ya tengo tres personas que cuidan de mí. Los delegados se quedaron sorprendidos: No consta en nuestros archivos. Nadie puede tener seguridad privada sin autorización oficial. Denos sus nombres. El arzobispo respondió: son el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

En otra ocasión, una familia pobre llamó a la puerta del arzobispo: Señor obispo, la policía se llevó a nuestro padre confundido con un bandido. Están pegándole. ‘Dom’ Helder compareció inmediatamente en la delegación. ¡Señor obispo! -exclamó el delegado- ¿usted por aquí? Sí -le respondió ‘Dom’ Helder- he venido a buscar a mi hermano. ¿Su hermano? Si, está detenido aquí. ¡Es fulano! El delegado ordenó la inmediata liberación del preso. ¡Pero, ustedes son tan diferentes -observó el delegado- en el color de la piel y en el nombre! Sin titubear, ‘Dom’ Helder dice: Es que somos hijos del mismo Padre.

Dejó el palacio episcopal y pasó a vivir en una casita en medio del pueblo, detrás de la Iglesia de las Fronteras, para poder acoger a todo el mundo. Durante el Concilio, escribió una carta al Papa Pablo VI aconsejando acabar con el estado Vaticano. Proponía que el Papa hiciese una profunda reforma en la curia romana para volverla instrumento de comunión y articulación de las Iglesias locales. Como en tiempos antiguos, el Papa volvería a habitar en la Iglesia de Santa María la Mayor, cerraría las nunciaturas en el mundo entero y se comunicaría con las Iglesias locales a través de las conferencias episcopales. Hasta su muerte esperó una respuesta que no vió.

Defensor acérrimo de los pobres, toda su actuación se guió por la búsqueda de una alternativa que superase tanto el comunismo como el capitalismo. A causa de esa utopía, recorrió el mundo, aprendió a hablar inglés con acento nordestino y movilizó multitudes en los países desarrollados. A causa de esa utopía, movilizó las “minorías abrahámicas”, Justicia y Paz, la no violencia, los Derechos Humanos y la Operación Esperanza.

Para el obispo Federico Pagura, metodista de Argentina y uno de los ocho presidentes del Consejo Metodista Internacional, Dom Hélder "fue y seguirá siendo un profeta de Dios y un pionero del movimiento social y ecuménico en nuestro continente y en el mundo". El obispo Pagura tuvo oportunidad de conocer personalmente a Dom Hélder Câmara y recibirlo en el Seminario Metodista de Costa Rica a principios de la década del 70, cuando el obispo argentino ejercía allí su ministerio episcopal. También tuvo varios encuentros con Câmara en Buenos Aires, entre ellos en la oportunidad del estreno de la "Cantata de Dos Mundos", escrita por Dom Hélder. En esa ocasión, se le realizó un homenaje en el seminario ecuménico de Buenos Aires (ISEDET). Pagura recordó con emoción las palabras de Câmara en relación al compromiso de los cristianos con la lucha por la justicia, cuando dijo: "los que tratamos de tomar la antorcha y seguir los pasos de Jesucristo, no debemos descansar hasta que los muros de la injusticia, la exclusión y la mentira caigan en nuestra preciosa tierra americana "ancha y enajenada'".

Tomado de:
http://www.eurosur.org/acc/html/revista/r37/37hpro.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/H%C3%A9lder_C%C3%A2mara

Wangari Maathai

En un mundo donde la mayoría de la gente se encuentra aparentemente más preocupada por posesiones materiales y sus propias vidas, que en la condición humana y las dificultades que otros tienen que afrontar, la doctora Wangari Muta Maathai utiliza sus manos y su corazón para sembrar y enverdecer la comunidad africana. Ella ha pasado la mayor parte de su vida sembrando árboles y promoviendo movimientos designados a hacer a la gente consciente de lo importante que es cuidar el planeta, empezado simplemente con ser mentalmente más “pro-bosques” dentro de nuestras propias comunidades.

Wangari Muta Maathai nació el 1 de abril de 1940 en Nyieri, Kenia. Es activista política y ecologista. En 2004 recibió el Premio Nobel de la Paz por "sus contribuciones al desarrollo sostenible, a la democracia y a la paz". Es la primera mujer africana que recibe este galardón. La doctora Maathai es además miembro electo en el parlamento y ministra de Medio Ambiente y Recursos Naturales dentro del gobierno presidido por Mwai Kibaki...

Educación

Después de acabar el colegio, Maathai estudió Biología en los Estados Unidos de América y en Alemania. Recibió la licenciatura en Biología del Mount St. Scholastica (actualmente Benedictine College o colegi benedictino) en 1964, y el título de Master de la Universidad de Pittsburg. Después volvió a Kenia, a la Universidad de Nairobi donde recibió el primer título de Doctor otorgado a una mujer de África Oriental (se doctoró en medicina veterinaria). En 1971 pasó a ocupar el puesto de profesora en el Departamento de anatomía veterinaria en la Universidad de Nairobi, (más tarde sería jefe de ese departamento).

Activismo y vida política

Maathai fundó el Green Belt Movement (o Movimiento del Cinturón Verde) en 1977, una especie de lobby ecologista responsable de la plantación de más de 30 millones de árboles por todo el país para evitar la erosión del suelo, y con tal de mejorar la calidad de vida de las mujeres que lo llevaban a cabo. Esto le hizo merecer el apelativo afectuoso de Tree Woman (o Mujer Árbol). Desde entonces, se ha convertido en una mujer muy activa en temas medioambientales y a favor de las mujeres.

Maathai fue la anterior presidenta del Maendeleo Ya Wanawake (el Consejo Nacional de Mujeres de Kenia), al cual perteneció desde 1976 hasta 1987.

En los años 80 su marido se divorció de ella, con el argumento de que era una mujer con demasiada capacidad y que se veía incapaz de controlarla. El juez del divorcio coincidió con el ex marido.

Bajo el régimen del presidente Daniel Arap Moi, fue a prisión diversas veces y fue atacada de forma violenta por haber exigido elecciones con pluralidad de partidos y el fin de la corrupción y de las políticas tribales. Gracias a prácticamente solo ella, se salvó el Parque Uhuru de Nairobi en 1989 al parar la construcción de un complejo urbanístico promovido por los asociados del presidente Moi. Maathai fue reelegida al parlamento en 2002 cuando el presidente Mwai Kibaki ganó las elecciones en Uhuru Kenyatta. Desde 2003 ha sido Ministra de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Vida Salvaje. El mismo 2003 fundó el Mazingira Green Party of Kenya, un partido político de carácter ecologista.

El 28 de marzo de 2005, fue escogida como la primera presidenta del Consejo Económico, Social y Cultural de la Unión Africana (o African Union's Economic, Social and Cultural Council).

Premio Nobel de la Paz

"Maathai resistió con coraje el anterior régimen opresivo de Kenia", dijo el Comité Nobel noruego en su lectura al proclamarla ganadora del premio Nobel por la Paz 2004. "Sus formas de actuar únicas han contribuido a prestar atención a la opresión política, nacional e internacionalmente. Ha sido pozo de inspiración para muchos en la lucha por los derechos democráticos y especialmente ha alentado a las mujeres a mejorar su situación"..." Maathai tiene un enfoque holístico con respecto al desarrollo sostenible que incluye la democracia, los derechos humanos y, en particular, los derechos de las mujeres. Piensa globalmente y actúa localmente".

Más que proteger el medio ambiente, su estrategia consiste en asegurar y fortalecer las bases para el desarrollo ecológico sustentable. A través de la educación, la planificación familiar, la nutrición y la lucha contra la corrupción, el Movimiento Green Belt pavimentó el camino para el desarrollo

Premios

Algunos de los premios y galardones más importantes han sido los siguientes:

* 1984: Right Livelihood Award (o "Premio Nobel Alternativo")
* 1991: Goldman Environmental Prize
* 1991: Africa Prize
* 1993: Edinburgh Medal
* 2004: Petra Kelly Prize
* 2004: Sophie Prize
* 2004: Premio Nobel de la Paz

Tomado de:
http://www.miheroe.org/hero.asp?hero=WangariMaathai
http://es.wikipedia.org/wiki/Wangari_Maathai

Martin Luther King

Martin Luther King, Jr. nació el 15 de enero de 1929 en Atlanta (Georgia). Hijo del Reverendo Martin Luther King, llegó al mundo en una habitación de la casa en la Avenida Auburn 501. Fue el primogénito y recibió el mismo nombre que su padre, los familiares lo llamaban "M.L.". Durante los próximos 12 años vivió en esta casa victoriana de dos pisos, junto con sus padres, abuelos, hermanos, tíos, tías y otros residentes. Dos cuadras al oeste de su casa está la Iglesia Bautista Ebenezer, la parroquia del abuelo y el padre de Martin. Ingresó con 15 años en el Morehouse College y fue ordenado ministro baptista a los 17.

En 1951 se Graduó en el Crozer Theological Seminary, realizó su trabajo de posgrado en la Universidad de Boston. En Crozer y Boston comenzó a tratar las ideas del nacionalista indio Mohandas Gandhi, las cuales se convirtieron en el centro de su propia filosofía de protesta no violenta.

En 1954 fue nombrado como pastor en la Iglesia baptista de Dexter Avenue en Montgomery (Alabama). Ese año, fue prohibida la educación pública segregacionista que mantenían el Tribunal Supremo de Estados Unidos con numerosos estados del sur. En 1955 se barajó la idea de un boicot pidiéndole lo dirigiera contra una compañía de transportes públicos en Montgomery,en la que se había cometido la injusticia de provocar el arresto de una mujer negra tras negarse a dejar su asiento a un pasajero de blanco. Martin Luther King llamó al boicot de los autobuses de Montgomery con las siguientes palabras: "No tenemos otra opción que la protesta. Han sido muchos los años de notable paciencia, hasta el punto de que, en ocasiones, hemos dado a nuestros hermanos blancos la impresión de que nos gustaba el modo en que nos trataban. Pero esta noche estamos aquí para liberarnos de esa paciencia que nos ha hecho pacientes con algo tan importante como la libertad y la justicia". La protesta se llevó a cabo durante 381 días; en ella King fue arrestado y encarcelado, su vivienda fue destrozada y recibió muchas fue amenazado de muerte. En 1956 se puso fin al boicot con una orden del Tribunal Supremo que prohibía la segregación en el transporte público de la ciudad. Trás el éxito conseguido en el boicot de Montgomery, King tomó el papel de líder muy respetado. Trás esto, se fundó la Conferencia de Líderes Cristianos del Sur (SCLC) por los clérigos negros de todo el Sur, los cuales nombraron a King su presidente. En 1959 abandonó su pastorado en Montgomery para ejercer en la Iglesia baptista de Ebenezer en Atlanta, un gran paso para permitirle participar en el liderazgo nacional del movimiento de derechos civiles. Al principio estaba centrado en la reconciliación, ahora debido a el liderazgo negro sufría una transformación radical exigía un cambio 'por cualquier medio posible'. Surgieron ciertas diferencias de ideología y jurisdicción entre la SCLC y otros grupos (Poder Negro y Musulmanes Negros), pero King pidió que la no violencia, siguiera siendo la estrategia principal de resistencia.

En 1963 se puso al frente en Birmingham (Alabama) de una campaña a favor de los derechos civiles para lograr el censo de votantes negros, acabar con la segregación y conseguir una mejor educación y alojamiento en los estados del sur. Durante estas campañas fue arrestado varias veces. El 28 de agosto de 1963 las 200.000 personas que habían marchado sobre Washington en apoyo de los derechos civiles, le oyeron pronunciar su más famoso discurso: "Sueño con el día en que esta nación se levante para vivir de acuerdo con su creencia en la verdad evidente de que todos los hombres son creados iguales (...) Sueño con el día en que mis cuatro hijos vivan en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por la integridad de su carácter". En 1964 le otorgaron el Premio Nobel de la Paz. Después de razonar una y otra vez, King creyó que la solución de los problemas locales de las relaciones humanas eran inviables debido a la guerra Vietnam. Las estrategias de King fueron objetadas. En Chicago, los baptistas negros locales se le opusieron públicamente. También allí los manifestantes plantaron cara a bandas de blancos, dirigidos por neonazis miembros del Ku Klux Klan, dando lugar a enfrentamientos. Por lo que se refiere a la guerra del Vietnam, muchos creyeron que el liderazgo negro debería concentrarse en la lucha de la injusticia racial dentro de Estados Unidos.

En 1967, King se asoció a los dirigentes del movimiento contra la guerra, independientemente de su color. La posterior preocupación de King por Vietnam y su determinación en dirigir una 'marcha del pueblo pobre' sobre Washington pusieron en peligro su vida. El 4 de abril de 1968 King fue asesinado en Memphis (Tennessee). James Earl Ray, un preso blanco que había escapado de la prisión, fue arrestado por el asesinato; declarado culpable, en marzo de 1969 se le sentenciaron 99 años de cárcel. El lugar de nacimiento y su tumba en Atlanta fueron designados lugares históricos nacionales. Para conmemorar la muerte violenta el 4 de abril de 1968 del líder de los derechos civiles, Martin Luther King, Jr., muchas ciudades y estados decretaron días para recordarlo. Algunos días coincidían con el de su nacimiento y otros con el de su muerte. Desde 1986 se escogió un día cercano al de su nacimiento (el 15 de enero) como fiesta nacional, y el Congreso decretó que fuera el tercer lunes de enero.

Tomado de:
http://buscabiografias.com/cgi-bin/verbio.cgi?id=279